En el taller el buen poeta se reconoce por sus malos versos. Porque si carecen de profundidad y sabiduría rebosan en cambio de superficialidad. Al mirar la belleza exterior del mundo con atención, asombro y goce anuncia cual será su visión cuando los objetos se le revelen en su significado esencial.
Ser poeta es tener un permanente dolor en el costado. Cristo lo tuvo. Es el príncipe golpeado de los poetas. Y San Francisco su hermano menor. No está equivocado J.G.Borda cuando titula sus libros “Todos los poetas son santos”. La santidad es un estado de conciencia por el cual el poeta hace el milagro del verso. Eso no tiene que ver con la conducta social. Las decisiones de inteligencia no tienen por qué conformarse a lo que existe en el mundo.
El poeta es un ser dual. Lo extraído de fuentes opuestas es lo que le da ese sabor particular no definido que a la vez lo hace tan claro y misterioso como el agua y le confiere el poder de embriagar.
Elegir la poesía es decidirse contra el sentido común. No resulta práctico. Pero tiene la particularidad de que se vence después de muerto, como el Cid.
NOTAS
· Es muy difícil ser poeta. Es mejor ser farmacéutico. Federico García Lorca
· El signo incontestable del gran poeta es la inconsciencia profética, la turbadora facultad de proferir sobre los hombres y el tiempo palabras inauditas cuyo contenido ignora él mismo. León Bloy
· El poeta es por definición póstumo. Comienza a vivir después de su muerte y cuando está vivo camina con un pie en la tumba. Eso le produce una especie de cojera que da a su aspecto un cierto encanto. Jean Cocteau.
La poesía está más en el modo de percibir que en el de expresar.
Por eso un texto deficientemente escrito, pero en el que hay poesía, podría ser mejorado posteriormente y transformado en obra de valor literario.
Ingrid Odgers - Apunte de Taller
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