de Stefan Sweig -Tres espíritus creadores

martes, 17 de junio de 2008

Boom Latinoamericano


El Boom Latinoamericano es una clara referencia a la literatura de las Americas, literatura que nació en 1960 con una buena cantidad de escritores jovenes, entre críticos literarios y escritores.

Para suerte de estas personas, en ese entonces el continente americano estaba sufriendo un cambio cultural, donde el interés por las obras excritas comenzaba a fluir. Y es por eso que autores como: Gabriel García Marquez (Colombia), Mario Vargas Llosa (Perú), Guillermo Cabrera Infante (Cuba), Julio Cortázar (Argentina), Jorge Luis Borges (Argentina), José Donoso (Chile)...y muchos más...pudieron cimentar lo que ahora es conocido como lo principal en la literatura hispanoamericana.

La acogida de estos autores se debió a que el estilo que ellos imponían a sus obras era diferente al de la época, pues el lector se compenetraba más con la obra que leía, a diferencia de otras literaturas, donde sólamente era un lector pasivo. A parte claro que dejaba un poco de lado los temas indigenistas o colonizadores abundantes en muchos libros de aquellas épocas.

Para muestra un botón...

"Hay muy claramente un rechazo, que yo creo característico del «boom», de la literatura regionalista, costumbrista, folclórica, centrada en el paisaje y en los tipos pintorescos. El «boom», en cambio, situaba las historias en un mundo más urbano y se preocupaba tanto de la forma como de los temas"

-Mario Vargas Llosa


Historia:

Subversión novelística, trasgresión a la norma, rompimiento de lo establecido. Así se puede —entre otras muchas definiciones— definir el "boom" latinoamericano: no es un movimiento ni una escuela, es producto de la casualidad, una convergencia inesperada y sobre todo inusitada de jóvenes talentos que demostraron al mundo que Latinoamérica era capaz de crear cosas originales. Se podría decir que se inició cuando el prestigioso Premio Biblioteca Breve de la Editorial Seix Barral fue a manos de un latinoamericano, Mario Vargas Llosa, por su novela La ciudad y los perros en 1962. Aunque ésta apareció un poco después —debido a la censura en España de la época— de otra novela considerada del boom, La muerte de Artemio Cruz de Carlos Fuentes, se le toma en cuenta primero por su repercusión a nivel internacional (a raíz del premio, el marketing y las críticas de militares peruanos). Luego vendría Rayuela de Julio Cortázar en el 63, una novela venerada en círculos académicos más que de lectores, por una exigencia intelectual que redunda en lo ilegible. (A quien duela esta opinión, debe considerar que es la opinión de quien esto escribe.)
El año de 1967 fue un año para recordar: Miguel Ángel Asturias, guatemalteco, obtendría el Premio Nobel ese año, aunque en la actualidad nadie lea sus libros; Vargas Llosa el Premio Internacional de Novela Rómulo Gállegos por La Casa Verde, Fuentes el Biblioteca Breve por Cambio de piel, el cubano Guillermo Cabrera Infante publicaría -aunque con cortes por la censura franquista- Tres tristes tigres y, sobre todo, Gabriel García Márquez hizo pública una novela que había preparado toda su vida y por la cual había pasado las de Caín durante sus dieciocho meses de redacción: Cien años de soledad. La novela fue admirada unánimemente, Gabo alcanzó fama universal, sus libros anteriores -que no pasaban de la medianía, a pesar de que hay quienes adoran la novelita y en 1982 obtuvo un merecido Premio Nobel de Literatura (habría que sumar entre otras El otoño del patriarca y Crónica de una muerte anunciada a sus méritos cuando recibió el premio).
El boom seguía fuerte en 1970 cuando ya estaban en su candela de trampolín a la fama Juan Carlos Onetti (Juntacadáveres, 1964), Alejo Carpentier (El siglo de las luces, 1962), Jorge Luis Borges y Juan Rulfo.

Ese año el chileno José Donoso presentó otro ejemplo de la enorme creatividad de estos lados con su ambiciosa novela El obsceno pájaro de la noche.

En 1973, Vargas Llosa publica la estupenda Pantaleón y las Visitadoras, en 1974 el paraguayo Augusto Roa Bastos publica una novela capital sobre dictaduras latinoamericanas, "Yo, el Supremo", en 1975 García Márquez también habla sobre dictaduras en El otoño del patriarca y Carlos Fuentes con la novela publicada ese mismo año, Terra nostra, gana el Rómulo Gallegos en 1977.

Observando lo que fue el boom veinticinco años después

Todos los otrora jóvenes protagonistas del boom siguieron escribiendo. Mario Vargas Llosa fue (y sigue siendo) el escritor más premiado, a los treintaitrés años publicó la que es sin ninguna duda su mejor novela ambientada en el Perú, Conversación en La Catedral (1969) y en 1981 el proyecto más ambicioso, La guerra del fin del mundo. García Márquez y Carlos Fuentes siguen escribiendo y vendiendo libros, Julio Cortázar escribió después de Rayuela otras tantas novelas que, como Asturias, nadie lee (62/Modelo para armar, Libro de Manuel) además de varios cuentarios. Falleció de cáncer en febrero de 1983. Lo precedió Carpentier (1980) y le siguieron Rulfo y Borges (1986) , Juan Carlos Onetti (1994) y José Donoso (1996).

El legado

¿Hay la posibilidad del surgimiento de un nuevo auge literario como el boom? ¿Ya no hay novelistas ambiciosos como los del boom? Pues quién sabe, yo no creo que no haya novelistas de ese nivel en estos tiempos, incluso mejores. Una especie de excusa que he escuchado a algunos escritores jóvenes (y no tan jóvenes) latinoamericanos es que el boom opacó a muchos buenos escritores. (Fragmento a Entrevista a Vargas Llosa)

Extraído de Geocities

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Realismo, Realismo Mágico, Surrealismo ....en sí fueron grandiosos "estilos" (por yo querer llamarlos así) que inundaron Latinoamérica...

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