de Stefan Sweig -Tres espíritus creadores

jueves, 19 de junio de 2008

Antonio Colinas, poeta


“Es la contemplación la que nos une al mundo y forja la impronta en el escritor”

Primer plano del poeta
Conocer el latido de los grandes poetas, acercarnos a su impulso vital convertido en versos, intimar con la reflexión primera a la que el cincel del poeta se mantiene fiel. Ésa es la invitación de Antonio Colinas en su ensayo ‘El sentido primero de la palabra poético’ (Siruela), un adentrarse –sin prisas, con las pausas necesarias- en el misterio de la creación.
# “Es difícil comprender un mundo sin poesía, sin afán de trascendencia, sin buscar la palabra nueva, porque a fin de cuentas la poesía es eso, palabra nueva”
# “La poesía es una vía de conocimiento, sirve para escribir y también para conocernos; en última instancia, también para sanarnos”
# Mis dos maestro son Alexandre, en el campo de lo estrictamente literario, y Zambrano en el campo del pensamiento”
# "El poema ideal es aquel en el cual el poeta siente y piensa al mismo tiempo"

Por ESTHER PEÑAS/ RAMÓN GARCÍA PEREGRÍN
Fotografías: JORGE VILLA

El poeta, ¿es siempre consciente de su poética, sabe cuándo ha encontrado su voz?
Creo que sí, es una de las concisiones primordiales del poeta, que sea fiel a su voz, que, a contracorriente a veces de su tiempo, la mantenga y luche por ella.

¿Cómo ha surgido este ensayo, mitad refundición, mitad reedición de un libro publicado hace bastante años?
Lo considero un libro nuevo, sobre todo porque ha duplicado sus páginas; es un libro que me sirve para hacer mi valoración de mis temas de poética sobre aquellos nombres que he conocido y que más he amado, pero es una visión no al uso, analítica, sino que he procurado no ignorar en ella la vida de los propios poetas; a veces coincide con la mía, como es el caso del magisterio de Vicente Alexandre, a quien dedico un capítulo, o ese encuentro con Ezra Pound, en Venecia, en 1971. En definitiva, pretende ser palabra a contracorriente. Es un libro para quienes aman la poesía, que podrán sentirse muy estimulados por todo este friso que parte de los poetas grecolatinos, pasa por el Renamiento, por el Romanticismo (con ese ensayo central dedicado a Leopardi, sobre el que he trabajado mucho) y llega al siglo XX.

Habla del misterio como uno de los grandes ejes de la existencia humana. ¿Cuánto debe la poesía al misterio? La poesía, ¿es una manera de desentrañarlo, de aportar luz a la sombra?
Creo que sí, el misterio es uno de los conceptos que hoy en día más se ha desvirtuado, como el concepto de los sagrado; toda la realidad es sagrada para aquel que la mira con ojos de piedad, de aceptación. Machado dijo que “el alma del poeta se orienta hacia el misterio” y Saint-John Perse, Premio Nobel, definió la poesía como “profundización en el misterio de la existencia”. El misterio no es lo evanescente, lo epidérmico, lo fantástico, sino aquello que el ser humano desconoce, que desgraciadamente todavía es mucho.

¿Tiene sentido hablar de poesía hoy?
No podemos concebir un mundo sin poesía, la poesía es el aglutinante de la vida, hay poesía en China desde el siglo XX a. C.; aquí desde Hesíodo y si se ha mantenido desde entonces... ¿por qué no ha de seguir? Es muy difícil comprender la vida sin esas palabras, sin esos calificativos que usamos a diario. Quién no ha tenido un amor poético, o escuchado una música poética o, desde su ventana, quién no ha contemplado un atardecer poético... es difícil comprender un mundo sin poesía, sin afán de trascendencia, sin buscar la palabra nueva, porque a fin de cuentas la poesía es eso, palabra nueva.

Gamoneda afirma que la poesía no es Literatura porque no comporta una dosis de ficción. ¿Estás de acuerdo con esa visión?
Él lo puede pensar porque tiene un concepto de poesía no exclusivamente literario y, en ese sentido, quizás tendría razón; yo también tiendo a ver la poesía como algo que se interrelaciona no sólo con otros géneros literarios sino sobre todo con la vida. Hay poetas que levantan un alto muro entre su poesía y su vida, entre su obra literaria y su yo más personal. Para mí eso es inconcebible, para mí ser poeta es una manera de ser y de estar en el mundo. La poesía es una vía de conocimiento, sirve para escribir y también para conocernos y, a la luz de la psicología última, la de Jünger, la poesía, y por extensión la literatura, sana. Escribimos para sanarnos.

¿El poema tiene más de estética o de reflexión?
El poema ideal es aquel en el cual el poeta siente y piensa al mismo tiempo. Pensamos a la ligera, sobre todo en lo juvenil, pero la poesía tiene un grado de meditación, de diálogo con la razón, y en el libro hay todo una apartado dedicado a María Zambrano a este respecto, quien -sin ser estrictamente poeta- reflexionó mucho sobre la poesía; hay tres entrevistas al final del ensayo que son curiosas porque ofrecen tres visiones sobre la poesía: la de Montale, el hombre literato, la de Neruda, que sufrió las sacudidas de la historia y vivió la poesía como compromiso, y la visión de Zambrano, que es la que más comparto, sobre la iniciación, la literatura como un proceso de iniciación del ser humano.

Colinas, firmando un ejemplar del ensayo
Cuando habla de Zambrano en el libro, el tono se hace más admirativo y rebosa una especial sensibilidad...
La considero una de mis dos maestros, el otro fue Alexandre, un maestro más en el campo de lo estrictamente literario; Zambrano es una maestra en el campo del pensamiento, en la visión trascendental de la poesía.

¿Cuáles son los enemigos de la poesía?
La visión no esencial de la vida, sin valores, monocorde, uniforme... la poesía es palabra esencial a contracorriente.

¿Con quién debe estar comprometido el poeta?
Escribí hace tiempo un librito que responde a la pregunta: ‘El compromiso del escritor con su soledad’. Desde su título es un texto polémico porque puede entenderse con una actitud egoísta, pero acaso es lo que tenga que hacer el poeta, escucharse a sí mismo para comprender mejor a los demás.

Asegura en el ensayo que Juan ramón es el autor del siglo XX que mejor resiste la dura prueba del paso del tiempo. ¿Cómo conseguir que una poética no caduque?
Quizás por su esa vena meditativa; desde luego, la poesía para mí fue otra cosa desde que le leí.

¿Cuál es el ónfalo del poeta, su núcleo?
Si hay que hablar de un centro, un ónfalo, en la poesía, hablaría de la contemplación; hay un proceso en el poeta que es el de contemplar la realidad, saber contemplarla; Fray Luis de León decía que contemplar es “templarse con”. Es la contemplación la que nos unifica con el mundo y conforma una impronta en el escritor. Contemplación, soledad, son conceptos consustanciales a la poesía.

¿Cree, como Ezra Pound, que el gran autor se da después de los 30 años?
Sí, él rebate la idea que la poesía es algo unido a la juventud, que el gran poeta, como un prometeo es destruido, arde en su misma palabra, pero -por la unión entre poesía y vida- la verdadera literatura se da después de los 30 años; la literatura es un proceso de maduración en el tiempo.

Cuando menciona a Pasternak en el ensayo, explica que “el error no está en la obra creadora en sí, sino en el ojo crítico del que la juzga...”
Acaso no tengamos la serenidad para valorar la poesía en todo lo que significa en profundidad, tenemos un concepto de ella muy intelectual, nos damos cuenta cuando viajamos a Hispanoamérica, donde tiene ese carácter efervescente, esa presencia en las calles; un ejemplo: en Medellín, en Colombia, di un recital ante 10.00 personas, en un teatro, a mí me dieron ganas de llorar, se me puso un nudo en la garganta... En Europa la poesía es algo más analítico, más intelectual, carece del latido humano y nos sigue faltando la visión de la poesía como algo consustancial a la vida y al ser humano.

Torga dijo aquello de que “lo universal es lo local sin paredes”. ¿Cómo traspasar la frontera?
Por la contemplación, lo que importa no es el medio sino la consciencia del ser humano en ese medio; un poeta desde lo más local puede estar universalizando su palabra y su voz, si la contemplación y la reflexión es la precisa.

Ahora en está tan en boga en asunto, ¿difiere la palabra poética de un hombre a la de una mujer?
No. Veo seres humanos, no mujeres y hombres; tradicionalmente haya habido menos presencia de la voz femenina por razones de marginación, pero lo que vemos en la poesía es el latido humano.

¿En qué momento se sintió poeta?
En varios... pero cuando descubrí determinados poetas, Juan Ramón, Machado... surgió una sensación interior que te lleva a pensar que vas a ser poeta. Cuando encuentras tu voz has de mantenerte fiel a ella; a mi la independencia me ha costado mucho, pero queda la satisfacción de la fidelidad a esa voz, a esa música que llevas dentro y que vuelve siempre. Renuncia a muchas cosas el poeta. La persona que apuesta por la palabra poética se enfrenta con la historia, el caso de Pasternak es muy significativo. Por ello Zambrano dice que el poeta tiene algo de ecce hommo.

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