La estética es la rama de la filosofía que tiene por objeto el estudio de la esencia y la percepción de la belleza. Más formalmente se la ha definido también como "ciencia que trata de la belleza y de la teoría fundamental y filosófica del arte".
La palabra deriva de las voces griegas aisthesis: sensación, e ica (relativo a).
La estética estudia las razones y las emociones estéticas, así como las diferentes formas del arte. La estética, así definida, es el dominio de la filosofía que estudia el arte y sus cualidades, tales como la belleza, lo sublime, lo feo o la disonancia.
Desde 1752 en que Baumgarten usó la palabra estética, se la designó como: "ciencia de lo bello, misma a la que se agrega un estudio de la esencia del arte, de las relaciones del éste con la belleza y los demás valores". Algunos autores han pretendido sustituirla por otra denominación: catología, que atendiendo a su etimología significa ciencia de lo bello. Kant la toma en un sentido más bien etimológico, para él la estética significó la teoría de la percepción, teoría de la facultad para tener percepciones, o bien teoría de la sensibilidad como facultad para tener percepciones; sin embargo, es común entender la estética como la teoría del arte y la belleza.
Tabla de contenidos
1 Concepto de Estética
2 La estética en el siglo XX
3 Antiestética
4 Bibliografía consultada
5 Véase también 6 Enlaces externos
Concepto de Estética
La estética es una disciplina joven; es la ciencia que estudia e investiga el origen sistemático del sentimiento puro y su manifestación, que es el arte, según asienta Kant en su "Crítica del juicio". Se puede decir que es la ciencia cuyo objeto primordial es la reflexión sobre los problemas del arte.
Si la estética es la reflexión filosófica sobre el arte, uno de sus problemas será el valor que se contiene en su forma de manifestación cultural, y aunque un variado número de ciencias puedan ocuparse de la obra de arte, sólo la estética analiza filosóficamente los valores que en ella están contenidos.
Se podria decir que es el arte que suscita el hombre y sus sentimientos
Si la estética es la reflexión filosófica sobre el arte, uno de sus problemas será el valor que se contiene en su forma de manifestación cultural, y aunque un variado número de ciencias puedan ocuparse de la obra de arte, sólo la estética analiza filosóficamente los valores que en ella están contenidos.
Se podria decir que es el arte que suscita el hombre y sus sentimientos
La estética en el siglo XX
El arte del siglo XX supone una reacción contra el concepto tradicional de belleza. Algunos teóricos (Hal Foster) llegan incluso a describir el arte moderno como "antiestético".
Revoluciones como la aparición de la fotografía, capaz de una fidelidad absoluta con el modelo, o los medios mecánicos de reproducción de las obras, que las introducen en el conjunto de los bienes de consumo comunes en nuestra sociedad, suponen a principios del siglo XX una verdadera convulsión para la teoría y la práctica artísticas. Así no sólo el campo de estudio de la estética sino el propio campo de trabajo del arte se orienta hacia una profundísima corriente autorreflexiva que ha marcado todo el arte del siglo veinte: ' ¿qué es el arte?', '¿Quién define qué es arte?'. El dadá utilizaba el collage para mostrar su naturaleza fragmentada; Joseph Beuys (y en general toda la corriente povera europea) usaba materiales como troncos, huesos y palos para su obra, elementos tradicionalmente "feos"; los minimalistas utilizarían acero para resaltar lo industrial del arte mientras Andy Warhol lo intentaría mediante la serigrafía. Algunos incluso se desharían completamente de la obra final para centrarse únicamente en el proceso en sí.
Revoluciones como la aparición de la fotografía, capaz de una fidelidad absoluta con el modelo, o los medios mecánicos de reproducción de las obras, que las introducen en el conjunto de los bienes de consumo comunes en nuestra sociedad, suponen a principios del siglo XX una verdadera convulsión para la teoría y la práctica artísticas. Así no sólo el campo de estudio de la estética sino el propio campo de trabajo del arte se orienta hacia una profundísima corriente autorreflexiva que ha marcado todo el arte del siglo veinte: ' ¿qué es el arte?', '¿Quién define qué es arte?'. El dadá utilizaba el collage para mostrar su naturaleza fragmentada; Joseph Beuys (y en general toda la corriente povera europea) usaba materiales como troncos, huesos y palos para su obra, elementos tradicionalmente "feos"; los minimalistas utilizarían acero para resaltar lo industrial del arte mientras Andy Warhol lo intentaría mediante la serigrafía. Algunos incluso se desharían completamente de la obra final para centrarse únicamente en el proceso en sí.
Muchos son los pensadores que se han interesado por el arte y su significado:
Platón, cit. en Eggers Lan, Conrado:
El sol, la línea y la caverna. "—También decimos que hay algo Bello-en-sí y Bueno-en-sí [...] y llamamos a cada una «aquello que es»." "[...] Leamos el pasaje siguiente de la República VI, 507b: [...] "
—También decimos que hay algo Bello-en-sí y Bueno-en-sí y, análogamente, especto a todas aquellas cosas que postulábamos como múltiples, las postulamos como siendo una unidad, de acuerdo con una Idea única, y llamamos a cada una «lo que es»."
Aristóteles:
la belleza: "[...] puesto que lo bello — sea animal o cualquier otra cosa compuesta de algunas —no solamente debe tener ordenadas sus partes sino además con magnitud determinada y no al acaso — porque la belleza consiste en magnitud y orden —, [ ... ] como en cuerpos y animales es, sin duda, necesaria una magnitud, más visible toda ella de vez, de parecida manera tramas y argumentos deben tener una magnitud tal que resulte fácilmente retenible por la memoria". San Buenaventura: Itinerario de la mente a Dios "Considerada la proporcionalidad en su concepto de forma, se llama hermosura la hermosura y el deleite no existen sin cierta proporción; y ésta primariamente consiste en el número
Diderot:
Investigaciones sobre el Origen y la Naturaleza de lo bello. Hay dos maneras de lo bello:
- Lo bello fuera de uno: es todo aquello que contiene en sí mismo el poder de evocar en el entendimiento la idea de relaciones. Aquí se ve claramente el concepto de Orden.
- Lo bello en relación con uno: todo aquello que provoca la idea anterior. Tiene dos maneras: lo bello real, y lo bello percibido. No existe lo bello absoluto. No es un asunto sentimental:
- "La indeterminación de esas relaciones, la facilidad de captarlas y el placer que acompaña a su percepción, son los que crean la ilusión de que lo bello era más un asunto sentimental que racional".
"Situad la belleza en la percepción de las relaciones, y tendréis la historia de sus progresos desde el nacimiento del mundo hasta nuestros días".
"Situad la belleza en la percepción de las relaciones, y tendréis la historia de sus progresos desde el nacimiento del mundo hasta nuestros días".
- "El alma tiene el poder de unir las ideas que ha recibido separadamente,..."
Immanuel Kant:
Crítica del juicio
"Para discernir si algo es bello o no, referimos la representación, no por el entendimiento al objeto con vistas al conocimiento, sino por la imaginación (tal vez unida al entendimiento) al sujeto y al sentimiento de agrado o desagrado experimentado por éste". Lo estético: no se funda en conceptos, no se puede medir: "No puede haber ninguna regla de gusto objetiva que determine por conceptos lo que sea bello, puesto que todo juicio de esta fuente es estético, es decir, que su motivo determinante es el sentimiento del sujeto y no un concepto del objeto". No hay ciencia sino crítica de lo bello. La sensación sensorial es incomunicable. La comunicación viene de lo común (u ordinario) a todos.
Georg Wilhelm Friedrich Hegel:
La belleza de la forma en la naturaleza se presenta sucesivamente como: Regularidad, Simetría y conformidad, Armonía. La belleza es la idea de lo bello: "... la cantidad rige la determinación de la forma puramente exterior, en tanto que por el contrario, la cualidad determina lo que la cosa en sí y en su esencia interior, ... en la medida se combinan ambas".
Arthur Schopenhauer:
El mundo como Voluntad y Representación. "La belleza consiste, por consiguiente, en la representación fiel y exacta de la voluntad en general, con ayuda de su fenómeno en el espacio solo, mientras que la gracia consiste en la representación adecuada de la voluntad con ayuda de su fenómeno en el tiempo,..." Martin Heidegger: El origen de la obra de arte. La belleza descansa en la forma, pero sólo porque la forma se alumbró un día desde el ser como la entidad del ente. Forma y contenido, es forma y materia, lo racional y lo irracional, lo sujeto y objeto. Aquí forma se la interpreta como Orden y Clase de materia. Diferencia entre el arte y la belleza: el primero pertenece a la lógica y el segundo a la estética.
Bertrand Russell:
Se refiere al análisis de la materia. plantea varias divisiones de los acontecimientos: físicos, y los que tienen leyes diferentes cada una en sí: Fijos (los de "movimientos fijos") Ritmos (procesos periódicos) Trans - acciones (transición de quanta en que la energía pasa de sistema) Fijos con ritmos vs. leyes de la armonía
Edmund Husserl:
Edmund Husserl:
Las conferencias de París. La teoría trascendental de la percepción consiste en el análisis intencional de la percepción, la teoría trascendental del recuerdo e intuiciones, la teoría trascendental del juicio, la teoría trascendental de la voluntad, etc. Diferentes autores se refieren a la metodología de estudio del arte y la belleza. A continuación autores y obras contemporáneos (con excepción de Aristóteles) que estudian la estética y el arte, y una pincelada de su ideología:
Rashevsky: Progresos y aplicaciones de la biología matemática. Dados modelos neurofisiológicos de la discriminación de estímulos aferentes, se procede ha confeccionar un modelo cerebral hipotético denominado «centro de sensación estética». Se desarrolla una analítica matemática al respecto, y se observan múltiples resultados experimentales de laboratorio que son confirmatorios.
Rashevsky: Progresos y aplicaciones de la biología matemática. Dados modelos neurofisiológicos de la discriminación de estímulos aferentes, se procede ha confeccionar un modelo cerebral hipotético denominado «centro de sensación estética». Se desarrolla una analítica matemática al respecto, y se observan múltiples resultados experimentales de laboratorio que son confirmatorios.
Calabrese:
El lenguaje del arte. Trata Jakobson de conjugar el estudio humanístico con las teorías científicas modernas, sobre todo el de las estéticas informacionales. Se presenta la matematización de la estética como forma de expresión. Moles: Teoría de la Información en la percepción estética. Considera Moles una estética exacta basada en los aspectos matemáticos de la teoría de la información y de la cibernética. Se entiende aquí que la concepción del mundo exterior depende del conocimiento de nuestros procesos perceptivos. Trabaja este autor en los mensajes visuales y auditivos. La información estética que estudia está sujeta al orden de la probabilidad de su codificación. Bense: Aesthetica Define el arte como una intervención de seres inteligentes sobre las situaciones estéticas, es decir, que toda realidad física es soporte de una realidad estética fundada en un proceso de comunicación.
Nake:
Tiene una definición precisa y abstracta de estética que define es sus dos formas analítica y generativa.
Sus pilares han sido la semiótica de Peirce y de Morris, los autores Shannon y Weaver en la teoría de la información, la cibernética de Wiener, la gestáltica de Ehrenfels, y el impulso de la estética matemática en Birkhoff.
Sus pilares han sido la semiótica de Peirce y de Morris, los autores Shannon y Weaver en la teoría de la información, la cibernética de Wiener, la gestáltica de Ehrenfels, y el impulso de la estética matemática en Birkhoff.
Arnheim:
Arte y entropía. Tiene en cuenta las teorías analíticas del arte basadas en las ciencias exactas (cibernética, matemática, física teórica y teoría de la información). Señala una forma unificadora de teorizar todos los aspectos de la vida cultural. Su fórmula fundamental es la entropía informática, conectándose de esta manera con el segundo principio de la termodinámica y encuadrando una estadística de la realidad física. Arnheim, para teorizar las consideraciones de la información a las actividades estéticas, estudiar mejor los conceptos de orden y desorden entrópicos, y verificar sus consecuencias en la noción de estructura. La consecuencia obvia es que el arte escapa a cualquier intento de previsión y de regulación «exacta».
Umberto Eco:
Estética Muestra cómo algunas aplicaciones de la teoría de la información a objetos estéticos pueden ser reasumidas y englobadas en el cuadro de una semiótica general. Volli: La ciencia del arte. Con similares contenidos a la obra de Eco, agrega a la cibernética conceptos matemáticos. Reconoce una aplicación a ambos dominios culturales: lo humanístico y lo científico. No intenta englobar los análisis científicos del arte dentro de una semiótica del arte mismo, sino que busca una interdisciplinariedad con la cibernética, la información, la lingüística y la lógica.
Antiestética
Antiestética
El término antiestética puede referirse a distintas formas de entender la estética como tal.
Lo horrendo, grotesco y desconcertante, también puede ser bello. Desde el sadismo, a lo atrozmente impactante. Un dibujo que representa un hombre colgado, puede ser bello, dado que es triste e impactante. Este tipo de arte aparece, probablemente, con el romanticismo.
Lo horrendo, grotesco y desconcertante, también puede ser bello. Desde el sadismo, a lo atrozmente impactante. Un dibujo que representa un hombre colgado, puede ser bello, dado que es triste e impactante. Este tipo de arte aparece, probablemente, con el romanticismo.
Edgar Allan Poe, reconocido escritor estadounidense, nos demuestra como el principal objetivo del arte es provocar una reacción emocional en el receptor (el romanticismo consta de dos bases esenciales, la primera es que lo verdaderamente importante no es lo que siente el autor, sino lo que este hace sentir al receptor de su obra, y la segunda es condicionar al receptor de manera que su imaginación sea la que construya el mensaje que transmite la obra, sin necesidad de que el autor lo exprese directamente, si es que realmente la obra tiene un solo significado o solo el objetivo de que el receptor imagine uno). Poemas de no solo ambientación siniestra, también de escenas grotescas, desde crímenes sádicos al terror más consternador. De este modo, entendemos que el arte no necesariamente es estético, bonito, también puede ser repulsivo, asqueroso o melancólico, provocar ansiedad u otras sensaciones intensas, como es el caso de Edvard Munch, con su famosa obra maestra, El Grito. No obstante, tanto el expresionismo, romanticismo o impresionismo rechazan directamente todo tipo de arte vacío, cuyo significado sea tan ambiguo, que simplemente no exista, o que de antemano, no busca una emoción en el receptor, ya sea una reflexión filosófica, o simplemente un sentimiento, desde la angustia al temor. Otro modo, aunque de hecho muy ligado con el anterior, de entender la antiestética es el rechazo puro de la estética establecida.
Como resumen gráfico, podríamos decir que consiste en expresar el odio hacia la moda en la própia indumentaria, aunque hay muchos modos de entenderla. Desde el uso de todo aquello considerado "hortera" o "pasado de moda", tal y como el Punk hace cuando predica una vestimenta que impacte a las demás personas, aunque solo sea para romper la monotonía, demostrar que no solo no se es uno más, también exteriorizar el odio y repugnancia que se tiene hacía todo lo establecido, como un sistema social que obliga a todos a comportarse como un solo individuo, o incluso buscar la consternación deliberada de los grises ciudadanos, incluso burlándose de todo con lo que no se está de acuerdo, llevando rosarios en tono de burla hacia la religión, o incluso símbolos nazis (aun siendo el Punk una filosofía totalmente contraria y opuesta al nazismo), solo para provocar. Las vestimentas más horteras, como estampados de piel de animal, o atuendos que simplemente pretendan demostrar lo feliz que puede uno llegar a ser sin mirarse al espejo antes de salir de casa. Como principal objetivo, la "estética" Punk (que de hecho predica que uno debe y puede vestirse como y cuando le apetezca) pretende dar asco y repugnancia, mientras que la base de una estética gótica o siniestra se centra en dar miedo, y al fin y al cabo se trata simplemente de provocar, alterar y desorientar a los ciudadanos que cumplen las normas no escritas de la sociedad, incomodar a los ciudadanos, demostrando así que a lo que más temen es a la Libertad[cita requerida].
Bibliografía consultada
ADORNO, Theodor, Teoría Estética, Madrid, Akal, 2004. ÁLVAREZ, Ernesto. Hostos novelista: Estética y psicología en La peregrinación de Bayoán. Río Piedras: Edil, 2000. AFNÁN, Shoeil F.: El pensamiento de Avicena (1958), trad. por Vera Yamundi, Mexico, F.C.E., 1978. ANSELMO, Santo: Proslogion (1033-1109), trad. por Manuel Fuentes Benot, 5a ed., Bs. As., Aguilar, 1970. ARISTÓTELES: Poética, trad. por Juan David García Bacca, Mexico, Univ. Nac. Autónoma de Mexico, 1946, 7 (1451a). ARNHEIM, s/n: Arte y entropía, 1971, cit. por Omar Calabrese: : El lenguaje del arte, Bs As., Paidós, 1987. BECHTEL, W.: Filosofía de la mente, Madrid, Tecnos, 1991, caps. 3 y 4. BENSE, Max: Aesthetica, 1965, cit. por Omar Calabrese: El lenguaje del arte, Bs As., Paidós, 1987. BUENAVENTURA, Santo: Itinerario de la mente a Dios, s/l, Aguilar, 1962, cap. II. CALABRESE, Omar: El lenguaje del arte, Bs As., Paidós, 1987. DIDEROT, Denis: Investigaciones sobre el Origen putosy la Naturaleza de lo bello, trad. por Francisco Calvo Serraller, Bs. As., Orbis, 1984. EDDINGTON, Arthur S. La naturaleza del mundo físico (1937), trad. por Carlos María Reyles, 2a ed., Bs. As., Sudamericana, 1952, cap. IV, pp. 91-92 y 96. EGGERS LAN, Conrado: El sol, la línea y la caverna, Bs. As., Ed. Universitaria de Bs. As., s/f, cap. VI. ECO, Umberto: Estética y teoría de la información, 1972, cit. por Omar Calabrese: El lenguaje del arte, Bs As., Paidós, 1987. GMURMAN, V. E.: Teoría de las probabilidades y estadística matemática, trad. por Akop Grdian, Moscú, Mir, 1974, Parte primera, cap. primero, 3, p. 19. HEGEL, J. G. F.: Estética, trad. por Ch. Bénard, 2a ed., Madrid, Daniel Jorro, 1908, t. I. HEIDEGGER, Martín: El origen de la obra de arte, en Arte y poesía, Mexico, F.C.E., 1952, pp. 31-96. HOBBES, Thomas: Leviatán (1651), trad. por Manuel Sánchez Sarto, Mexico, F.C.E., 1940, PARTE I, cap. 5, págs. 32-33. HUSSERL, Edmund: Las conferencias de París (1942), trad. por Antonio Zirión, Mexico, Universidad Nacional Autónoma de Mexico, 1988, p. 28. JACQUES AUMONT: La estética hoy (?) Editorial Cátedra KANT, Immanuel: Crítica del Juicio (1790), trad. por José Rovira Armengol, Bs. As., Losada, 1961. PRIMERA PARTE, SECCIÓN SEGUNDA. KANT, Immanuel: Crítica de la Razón pura (A 1781 y B 1787), trad. por Pedro Ribas, Madrid, Alfaguara, 1978. LATHI, B. P.: Introducción a la Teoría y Sistemas de Comunicación, Mexico, Limusa, 1974. LOCKE, John: Ensayo Sobre el Entendimiento Humano (1690), trad. por Edmundo O´Gorman, Mexico, F.C.E., 1956. MOLES, Abraham: Teoría de la Información en la percepción estética, 1958, cit. por Omar Calabrese: El lenguaje del arte, Bs As. Paidós, 1987. PRIGOGINE, Ilya: ¿Tan sólo una ilusión? (1983), trad. de Francisco Martín, Barcelona, Tusquets, 3a ed., 1993, Primera Parte, cap.: Tiempo, vida y entropía, 3, p. 127. RASHEVSKY, Nicolás: Progresos y aplicaciones de la biología matemática, trad. por Máximo Valentinuzzi, Bs. As., Espasa-Calpe, 1947. RUSSELL, Bertrand: Análisis de la materia (1927), trad. por Eulogio Mellado, 2a ed., Madrid, Taurus, 1976. SCHOPENHAUER, Arthur: El mundo como Voluntad y Representación (1819), Madrid, Hyspamérica, 1985, vol. I. LIBRO TERCERO, Segunda consideración, 49, p. 63; 50, p. 66. LIBRO TERCERO, Segunda consideracón, 45, p. 55. SCHOPENHAUER, Arthur: El mundo como Voluntad y Representación (1844), trad. por Eduardo Ovejero y Maury, Bs. As., El Ateneo, 1950, vol. II, Libro III, cap. XXXIV, pp. 444 y 446; Libro III, cap. XXXV, p. 453. VOLLI, Hugo: La ciencia del arte, 1972, cit. por Omar Calabrese: El lenguaje del arte, Bs As., Paidós, 1987. WITTGENSTEIN, Ludwing: Tractatus logico-philosophicus (1918), trad. por E. T Galván, Madrid, Alianza, 1973.
No hay comentarios:
Publicar un comentario