de Stefan Sweig -Tres espíritus creadores

sábado, 23 de junio de 2007

Escritura automática


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La escritura automática es una forma de hacer que aflore el subsconsciente. Consiste en situar el lápiz sobre el papel y empezar a escribir, dejando fluir los pensamientos sin ninguna coerción moral, social ni de ningún tipo. Es un método defendido y usado principalmente por André Breton y los surrealistas, en la primera mitad del siglo XX, considerando que de esa forma el yo del poeta se manifiesta libre de cualquier represión y dejando crecer el poder creador del hombre fuera de cualquier influjo castrante.

Su propósito es vencer la censura que se ejerce sobre el inconsciente, merced a unos actos creativos no programados y sin sentido inmediato para la consciencia, que escapan a la voluntad del autor. Entonces compone directamente el inconsciente, liberado de la censura.

Modo de empleo

* Armar su mano de un lápiz, de un carboncillo, de un pincel mojado en tinta, etc..

* Acercarla a una hoja de papel virgen.

* Relajarse.

* No temer.

* Observar.

* A lo mejor la mano no quiere moverse, se queda quieta, como muerta, sin saber cómo ni por dónde empezar.

* Pero puede también que se ponga a marcar la hoja de papel enseguida, aunque sea un poquito sólo, al principio, antes de coger más fuerza y rapidez.

* Y puede también que se ponga a bailar frenéticamente desde el inicio.

* Puede que decida manchar o destrozar lo escrito anteriormente.

* Observar. Esto es todo lo que está permitido.

* Está prohibido participar en el marcaje de la hoja de manera reflexiva, ni se puede interferir en el proceso, sólo cabe observar. La regla es desaparecer, no intentar actuar.

* Pero es grato – a veces – sentir que su mano tiene una vida propia, tiene su propia energía, su ritmo, unas ideas propias insospechadas, y que sabe más de la cuenta. No se trata de reproducir ni de ilustrar, sólo de abrir nuevos canales creativos.

* En un momento, que es preciso reconocer por arte de magia, se para la composición.

* Está terminada. Ya no se puede ni añadir ni quitar nada.

* No hay regla, con una mancha, a veces, basta...

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